tag:blogger.com,1999:blog-63694790381454233412024-03-05T01:40:12.934-08:00Melena de PezFabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comBlogger73125tag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-72733087408918562642016-10-22T16:25:00.000-07:002016-10-22T16:25:21.624-07:00Sh!<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Mataría por
poder escribir un texto que describa en detalle el silencio que hay. Y no me
refiero a la descripción específica del lugar, el contexto, las sensaciones ni
el porqué, sino al silencio que hay. Antes de empezar a redactar estuve
muchísimos minutos pensando en cómo lanzar la primera oración. Mientras
improvisaba fallidos intentos caí en la cuenta de que la mejor manera de
describir el silencio que siento era no escribiendo nada. Pero claro que por
lógica, para poder describirlo acá, inexorablemente lo tuve que escribir. Ojalá
pudiese crear un texto sin palabras, en silencio. Porque usualmente en el
silencio soy más claro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-MX">19 de Mayo del 2011. Cerrito Colorado, Junín,
Buenos Aires.<o:p></o:p></span></i></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-55394762201467079182016-08-15T16:38:00.000-07:002016-08-15T16:40:31.688-07:00Chapo<div class="MsoNormal">
<i> “There is another room
but you don´t know where it is”<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Crónicamente
hablador e improvisadamente armado. <i>Chapo</i>
no cree en duendes, menos en Dios. Chapo no vive. Sólo trabaja. Dice que
trabaja para vivir. Un día se quiso levantar a las cinco de la madrugada para
hacer el turno matutino de su hotel pero se dio cuenta de que todavía no se había
acostado del día anterior. Otro día casi falta a trabajar porque se casaba. Al
final no faltó pero tampoco se casó. Chapo se desespera por el helado de menta
y por los fuegos artificiales en Navidad. Chapo no conoce, desconoce. Cuando un
circo se instala en la ciudad, los payasos caminan por las calles y cuando las
magias y los trapecistas merodean los boliches, Chapo se angustia y llora.
Según las creencias ancestrales de su mundo de papel glacé, cuando un hombre o
su alma permanecen más de dos horas y veintidós minutos olvidando lo que han
hecho las últimas dos horas y veintidós minutos de su vida, al otro día
inevitablemente nieva. Por esa misma razón Chapo fue desterrado de Costa Blanca
(“Es que e<i>spantás al turista</i>” le
dijeron). Y cuando los domingos por la tarde, en la televisión sin cable, pasan
una película traducida de los ´80, Chapo compra facturas y sonríe hasta el
martes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Yo lo
conocí a Chapo cuando me alojé de manera permanente en el hotel en el que él
sigue trabajando. Siempre lo recuerdo porque nunca vi a alguien trabajar tantas
horas seguidas. Tampoco conocí a una persona tan básicamente inexplicable.
Chapo suele llamarme por teléfono pero yo lo ignoro. Muy de vez en cuando
converso con él pero por intermedio de otros viajantes que pasan por su hotel. Sólo
pregunto lo mínimo como para reafirmar que la próxima vez ya no voy a preguntar nunca más. Chapo es un personaje de aquellos pero está lejos de ser mi amigo. A veces
se me aparece en sueños. También a veces me sorprende en el espejo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-MX">17 de Abril del 2011. Junín, Buenos Aires.<o:p></o:p></span></i></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-47362259444578659202016-07-09T10:19:00.002-07:002016-07-09T10:22:02.383-07:003.30 am AR<br />
<div style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Suponiendo
estúpidamente que las novedades se movieran en papel <i>tissue,</i> cortando los mares dentro de una botella verde oscuro y fea.
Suponiendo que mi <i>no presencia</i> sea
atribuible al tragicómico espanto a un nuevo fracaso (hubo otros miles).
Suponiendo que no lo hago adrede y presuponiendo que no debería suponer nada en
absoluto (y vos tampoco). Así me manifiesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Ya como
dardos quedaron las ánimas de probar y testear. Ahora me chequeo en el espejo.
Me miro y entiendo que ya estoy viejo. Que ya no deliro con las nubes, que me
revientan las rodillas en días de humedad, que no celo a mis amigos. Ahora que
las separaciones no son agudas ni histéricas, sino elefantes que se clavan en
la espalda. Ahora que soy muy lento y ando valorando. Ahora que es ahora,
claro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Tengo
muchas ganas de escribirte una carta. Y cada vez que lo pienso me choca un tren
en la nuca (no miento) Quedo ido. Implotado. Rendido. Quedo quedado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">En fin, anoche
volví a soñarte. Me desperté y no me pude volver a dormir. Durante el día no
pude despertarme. Y así soy yo hoy, un cacho de cosa. Un hombre que muy lejos
de levitar, desconoce de dónde agarrarse y confunde lo real con vos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-MX">3.30 am del 6 de agosto del 2011. Capital
Federal. Argentina<o:p></o:p></span></i></div>
</div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-6014725029881638042016-06-26T15:22:00.000-07:002016-06-26T15:26:27.067-07:00Yuxtaposiciones asimétricas<br />
<div style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Cruzó la
línea, se puso a pensar. Cruzó la línea o se puso a pensar. Cruzó la línea y se
puso a pensar. Se puso a pensar que era inoportuno, que ya era muy tarde para
pensar. Que ya la línea era comisura, ganas de una cosa que no fue. Humo que se
va. Entonces quiso reír. Y no porque tenía unas ganas emergentes y urgentes de
reír (no, no). Sino sólo porque así lo quiso. Porque la risa es catalizadora a
un cacho<i> </i>de dicha o en el mejor de
los casos disimula. Disimula el miedo, el nerviosismo. Y también camufla la
malevolencia (aunque este no era el caso).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Pero por
qué Leticia cruzó la línea. ¿Quién era Leticia? ¿Qué vendría a ser una línea?
¿Cómo te graficás que la cruzaste? <i>Well,
step by step</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">En el mundo
de los límites, comportamientos y excesos, las líneas nunca existieron como
tales. No tienen espacio, son amorfas. No son blancas como pensás, ni siquiera
rectas. Las líneas son yuxtaposiciones asimétricas de formas circulares,
cuadradas, triangulares y en su mayoría deformables. Fueron intencionalmente
inventadas, de calibre no cuantificable y de aspecto <i>incualificable</i>. Es por esta razón que resulta sumamente obvio y
práctico darse cuenta cuando uno las cruza. Así que con tranquilidad marchemos
con ligereza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">En cuanto a
Leticia sólo puedo informar que ella era mujer por propia decisión (porque
también podría haber sido un hombre).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Y por
último ¿Por qué Leticia cruzó la línea? La cruzó por que ella no puede asimilar
las sillas ni los sillones. Porque las cosas te vienen y ella quiere saber si
hay más y qué más hay. Porque se siente un organismo planctónico en el mar.
Porque Leticia no coincide con los que dicen “la vida es así”. Ella exclama que
la vida es así nomás y porque la vida es así nomás se inventaron las líneas.
Para poder cruzarlas y volver (o bien quedarse del otro lado)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-MX">9 de Mayo del 2011. Junín, Argentina.<o:p></o:p></span></i></div>
</div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-69615210112862550122016-06-11T16:36:00.002-07:002016-06-11T16:36:21.216-07:00Cosas y casos<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Cosas que
conozco. Casos que desconozco. Hay cosas y casos. Casos y casas. Casas y losas.
Suelos que se desploman. Plumas que clonan. Tu rareza experimental. Mi torpeza
y tu delantal. Me delata la bondad. Me adelanto a tu proyecto de cementar. Pues
claro que te acuerdo, y sobre todo cuando el campo atravieso (y tanto campo y
mi maxilar tan tieso)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Hoy en el
noticiero informaron que habría una lluvia de meteoritos y yo protesto. Más que
piedras necesito agua. Y más que coincidencias ando buscando un mantra. Y no
hablo de cómo sigue tu vida sin mí. Hablo de cómo sería despertarme un domingo
y que no estés. Porque hablo de cosas que conozco y no de casos que desconozco
(y ni hablar del caos que esto conlleva)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">7 de mayo
del 2011, Junín<o:p></o:p></span></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-72470250693353353482016-06-11T16:32:00.000-07:002016-06-11T16:32:58.829-07:00Mini ensayo relativo<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Últimamente
me he puesto a pensar en por qué los
edificios son tan arrogantes (claro que estamos todos de acuerdo en que así lo
son) y caí en la cuenta de que la perspectiva magnifica el efecto de contrastes
entre los extremos y la única manera de combatir tales diferencias es apelando
al llamado salvador del concepto más rescatista para tal encrucijada: <i>Señores, les presento a la relatividad. </i>De
este modo ante cualquier evento o circunstancia que nos haga sentir minúsculos
podemos acudir a ella desde cualquier lugar del mundo y justificarnos o
escudarnos pronunciando la ya célebre frase “yyyy….es relativo”. En casos de
emergencia extrema, a dicha frase se le acopla
un anexo complementario y muta a un “todo es relativo y nada absoluto” y cabe
aclarar que si nada es absoluto tal frase tampoco lo podría ser (y justo ahí
tenemos un claro ejemplo de las contradicciones adoptadas como adicciones literarias,
acompañadas de comportamientos habituales en nuestra sociedad). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX">Entonces es
cierto, el edificio es inmenso pero también es relativo a los ojos de cada
quien (supongo que algunas montañas no deben pensar lo mismo). Ahora bien, si
la relatividad se insertase como lanza y para siempre en nuestra cotidianidad,
me pregunto qué sucedería. ¿Qué pasaría con las discusiones? ¿Acaso dejarían de
existir? (y qué haríamos con tanto
tiempo libre)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-MX">6 de Mayo del 2011. Vedia, Argentina.<o:p></o:p></span></i></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-44396750555131651582014-12-20T14:36:00.000-08:002014-12-20T14:36:05.658-08:00Un camionero<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR">Levanté la cabeza, enfoqué y las vi.
Primero distantes, siamesas y luego cercanas, divorciadas. Dos luces redondas, blancas,
cegadoras. Bajé la vista y volví a ver las mismas dos luminiscencias aunque ahora
deformadas, casi amorfas, reflejadas sobre el asfalto húmedo. Fue entonces que se
me ocurrió hacer rápidamente una prueba muy sencilla. Detuve mi vista en el
punto medio entre el guardabarros y la
ruta y con muy poco esfuerzo ya eran cuatro los destellos visibles en el camino.
Después cerré los ojos (mis ojos) y todas las luces habían desaparecido (para
siempre o por lo menos para <i>ese</i>
siempre que significaba ese momento
perecedero o perpetuo)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR">Circunstancialmente me gano la vida trabajando como camionero (a
veces ni la empato). No sé si es lo que preferiría ser pero es lo que me toca (y
hasta me manosea). En fin, el quid de la cuestión es que debido a mi <i>modus operandi</i> como mortal, me encuentro continuamente
viajando de una ciudad a otra. Miro las rutas de frente y espalda. Llevo y
traigo, voy y vengo. Y cada vez que voy es un <i>me voy</i>. Me voy de mi ciudad, de mi barrio, de mi casa, de mis
afectos. Me lanzo al derrotero de líneas
punteadas y campos y peajes y paisajes y estaciones de servicio. Se da siempre
que cuando la ruta me encuentra en pleno romance con el parabrisas, a eso de la
una de la madrugada me detengo obligadamente a pensar en lo mismo. Una y otra
vez el mismo pensamiento: ¿Alguien sabe realmente dónde estoy? Y no me refiero
al hecho de que sepan que estoy en viaje hacia tal lado o más o menos en el kilómetro
tanto. Sino en el sentido estricto de si se imaginan siquiera que estoy
haciendo, pensando, viendo, dubitando, creyendo y dónde (en que metro exacto)
estoy. La respuesta es siempre la misma. NO. Nadie lo puede saber. Entonces me
adentro para mí adentro y deduzco que si nadie sabe dónde estoy y qué soy en
ese preciso instante es porque ya me perdieron el rastro, nadie sabe de mí. Y
si ya nadie sabe de mí es porque en un sentido <i>no estricto</i> he dejado de <i>ser</i>
para ellos. He dejado de existir. He desaparecido. Paso a ser una mera imagen
en la memoria de quienes me conocen. Me transformo en un ente conformado por
las impresiones y adecuaciones de cada
uno y por sobre todas las cosas por el recuerdo (vago o no) de la última vez
que me vieron. Me vuelvo sólo eso. Una luz que aparece y desaparece<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR">Y lo mismo los demás para mí. También dejan
de existir. Me pasó en una oportunidad en uno de los tantos viajes de larga
distancia que me llamaron por teléfono para avisarme que <i>Dorita</i> se había ido. Nunca tan puntuales y quirúrgicas palabras. Lo primero que me
pregunté fue si realmente se había muerto porque para mí ella ya había dejado
de existir en el mismo momento que mi camión partió de casa. El momento crucial
(y aquí la realidad) sería a mi regreso cuando yo comprobara que ella ya no estaría exactamente
igual, en el mismo estado y lugar donde yo la había visto por última vez. Ya no
sabría dónde encontrarla (y ahí es donde la ficha empieza a descender, a caer)
Y como este ejemplo, <i>una parva</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR">A diferencia de otros pensamientos o
revelaciones o <i>divagues</i> que me
acompañan al volante, en esta ocasión lo estoy escribiendo. Y no lo escribo
porque sí. Lo escribo por una absoluta y única razón. Así que a vos que ahora
mismo me estás siguiendo, te tengo que decir g<i>racias</i>. Y digo <i>gracias</i>
porque escribo por una absoluta y única razón. Escribo por el miedo que me genera dejar de existir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-AR">1 de
Mayo del 2011, Junín, Argentina.<o:p></o:p></span></i></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-78284353349756789762014-06-12T09:38:00.000-07:002014-06-12T12:56:11.760-07:00Sus zapatillas botitas rojas y Anna<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
“Enhorabuena” pensó mientras le pegaba al suelo escarchado
con sus <i>nuevas</i> <i>zapatillas botitas rojas</i>. No era consciente de la real
fundamentación de sus desconcertantes impulsos emocionales. Desconocía el
porqué de su exacerbada satisfacción personal. Al parecer ya hacía un tiempo
que, como moscas, le venían merodeando ideas, teorías, sentimientos,
deshollinaciones. Las sentía como remolinos, desorganizadas, caóticas,
inmodificables. Pero así como sedimenta la borra en tu taza, uno a uno los
teoremas fueron apelmazándose en su cabeza. <i>Formar
toma</i> hasta tomar forma. Entonces se sorprendía de su repentino regocijo
(que se le marcaba como hoyuelos en sus <i>cachetes
de la cara</i>)</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Como ya encontraba firmeza en sus creencias movió sus <i>nuevas zapatillas botitas rojas</i> hasta la
casa de ella que no usaba zapatillas pero si unos zapatos de plataformas
grotescas que si no fuera por la <i>moda</i>
serían muy graciosos. Mientras la chica
en cuestión (a la cual podríamos llamar <i>Anna</i>,
sin ningún problema) revolvía el<i> bajo
mesada</i> buscando la pava de pavear, él se acomodaba el cuello de la camisa a
<i>cuadros bien cuadrados</i> y fue ahí que
voleó los ojos y sentenció “Vos vas a
ser mi media manzana en el momento que así los dos queramos” y <i>Anna</i> sin inmutarse asintió. “No creo en
el egoísmo como cosa rara, supongo que es lo único que existe, por lo que nos
movemos, la búsqueda de nuestro mejor confort (siempre fue así)”. Ella asintió
nuevamente sin perder el foco en la hornalla. “Es un hecho que cuando uno se
siente solo rasca bien profundo encontrando recuerdos que lo hagan sentir aun
peor, por ejemplo cuando te desvelás en
la noche o bien cuando extrañás un amor en sepia”. Ella se rió y le dijo que
más vale la extrañe a ella. “En navidad y año nuevo sufro de desencontradas
sensaciones encontradas”. Anna exclamó yo también y <i>prendió el fuego</i>. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Momentos, momentos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En primera instancia el agua se había hervido, luego el té
se había infusionado. La tasa de él estaba vacía y apartada (típico de su
ansiedad), la de ella a medio vaciar (siempre terminaba el té frío). El hombre
joven (o bien joven hombre) de calzado rojo liberó y exhaló teorías toda la
tarde-noche-madrugada. Anna nunca se sorprendió ni perdió el equilibrio,
excepto cuando faltaban quince para las seis y él le preguntó ¿Realmente crees
que existo?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i>30 de abril de 2011,
Junín, Buenos Aires<o:p></o:p></i></div>
</div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-863830699893812222014-06-07T20:30:00.002-07:002014-06-07T20:34:37.595-07:00Giovedi (y ella que no llama)<div class="MsoNormal">
¿Pero qué más podría hacer? Me pregunto y empiezo a escribir
lanzado como por un disparo. Leo y analizo dicha cuestión entre signos de
pregunta y se me va pasando el rato (y me siento un tipo que como <i>hobby</i> acostumbra a perder el tiempo). Los
adolescentes que no se decidían por cual carrera estudiar ya van recibiendo su gran
título y los otros, los que no estaban conformes con sus trabajos ya
renunciaron, se hicieron las valijas y salieron a viajar <i>per il mondo</i>. Me acuerdo casi a la perfección cuando fue la primera
vez que me largué a llorar, no era ni siquiera un bebé (eso sí, no tengo ni idea
de cuándo fue la última vez). Soy inoportuno por naturaleza. Desubicado en el
afán por parecer consecuente y elocuente. Y mientras finjo tener noción de lo
que estoy escribiendo espero a que ella conteste (pero no lo hace y yo sigo
moviendo la lapicera como trompo describiendo todo lo que se me cruza por la
cabeza en momentos como estos). </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Anoche iba caminando <i>de
vuelta de una ida</i> y tuve una revelación. Una fantástica revelación. Al fin entendí por qué el mundo no cambia su cruel y <i>roja - carnosa</i> esencia. Es
por la simple razón de que todo el tiempo está girando, yendo de acá para allá.
Girando sobre un giro, ¡Qué noche pasé! Mañana prometo tratarme mejor (quizás
logre volver a mirarme en el espejo del baño mientras me cepillo los dientes).
Existió un tiempo en que fui devoto de los <i>souvenirs</i>,
los juntaba de a montones, pero eso fue hasta que cierto día junté tantos que
no tuve lugar donde guardarlos (en las relaciones pasa lo mismo) (<i>¿Podrá ser que no mande ni una señal?).<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i> </i>El Domingo pasado me dio mucha bronca
pensar en toda <i>esagente</i> que critica a
los Lunes. ¿Qué culpa tienen los Lunes si los pusieron justo ahí? Me parece muy
injusto, de última empecemos a pensar por qué los domingos a la tarde caen como
un elefante y los Lunes como dos ballenas (¿O no?). Igualmente hoy es Miércoles
por suerte. Supongo que <i>mañanaseráotrodía</i>
y también será Jueves (y ella como el Jueves). <i>Punto final</i>.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i>6 de Abril del 2011,
Buenos Aires<o:p></o:p></i></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-55757834091460788172014-05-03T08:10:00.001-07:002014-05-03T08:10:52.276-07:00Reflexiones de Ramón D. Dopazos (IV)<div class="MsoNormal">
<i>Diario N° 7 – Hoja
365. Análisis algo indecoroso en relación a los esfuerzos Mayas por dar orden
al cosmos y nuestra frívola
caracterización a propio antojo del conjunto de días que conforman una settimana.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Algunas semanas se me pasan por alto, furtivas, invisibles.
Otras volando en <i>avión a chorro</i> y
otras como esta (simplemente no se me pasan). La semana por sí misma no tiene
identidad y menos siente culpa. Cada vez que observo un charco en la esquina de
una manzana me acuerdo de lo que me dijeron la primera vez que miré al cielo
“Todos somos la misma cosa, el mismo olor” (y qué tendrá que ver lo mundano con
el tiempo, no? - NdA: léase con tono irónico por favor)</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¿Qué determina el éxito o el fracaso de una semana? Era
habitual cuando joven jurar y perjurar. Ya no juro, ya no hablo. Ya no,
llano. Quizás hubieses preferido que
nunca me haya ido (que nunca haya aceptado ese trabajo en el exterior). Quizás
yo tampoco (¿Quién sabe?) Lo bueno de las semanas pedantes es que sólo tienen
siete días para castigarnos. Pero el problema es que hoy en día es muy común
huir de los acontecimientos crujientes; y cuando digo <i>hoy en día</i> en realidad me refiero a <b>siempre</b> (desde el año en que todo se inició). Es por eso que las
semanas se repiten unas tras otra componiendo
lo que vulgarmente denominamos <i>un
año malo</i> (pero eso ya es otra cosa más grave y <i>palabra mayor</i>)</div>
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<i><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Marzo del 2011, Paradero desconocido<o:p></o:p></span></i></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-64210839597984401002014-05-02T12:23:00.001-07:002014-05-02T16:12:30.814-07:00La Baranda Que Divide<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">No quisiera ser entrometido
pero de ser posible recomiendo acompañar a esta lectura con las caricias de “As
Tears go By”. Deberían tener espacio suficiente para leer el cuento antes de
que finalice la canción pero el tiempo que cada uno le dedica a saborear cada palabra
es personal e incorruptible.<o:p></o:p></span></i></div>
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<o:p><br /></o:p></div>
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<o:p><br /></o:p></div>
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Parecía repetida, o bien era la misma situación, el mismo
contexto. Música <i>intradérmica</i> <i>de</i> <i>background</i>, pudiendo ser cualquiera
entre <i>Dylan</i>, <i>Al Green</i> o algún disco sesentoso de los <i>Stones. </i>Un cofre abierto de
hojas, tallado por <i>Julio</i>, <i>Milan</i> o el rutero <i>Kerouac</i>. Algún vaso en <i>slow mode</i>, y en este caso sólo dos
opciones, <i>caffetto</i> o whisky; y por último
un tópico trillado para reflexionar (y la lista de finitos posibles se vuelve
infinita). Papel, lapicera y resaltando
de modo sobresaliente todas las vagas intenciones de sentirse <i>ser.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
Ricardo se había plantado en el balcón, justo al lado de las
macetas de helechos y el potus que le había regalado su ex (y que hoy le
quedaba como un monumento a la ironía). Lo mágico de las noches en la ciudad
donde atiende Jesús, es que obligadamente resaltan las millones (y millones) de
luces, de los miles (y miles) de edificios y autos. Y junto al propio clima
templado-cálido terminan de decorar un ambiente oportuno para incentivar y alentar a las ganas de <i>salir a ver</i>. Decenas de metros abajo, el
bullicioso tránsito era apagado paulatinamente por el adormecimiento en cadena que generan esas
mismas horas en la cuales la humanidad
termina su jornada laboral e intenta salir vanamente a engañar a sus<i> doctrinas regaladas</i>.</div>
<div class="MsoNormal">
Ricky aplastó bruscamente entre sí tapa y contratapa, fondeó
el whisky y al ritmo de <i>As tears go by</i>
se montó a la baranda. Esa baranda que divide adentro de afuera, <i>la tierra del aire</i>, el más acá del más
allá. Quizás algo movilizado por la profundidad de los trazos de <i>Kundera</i>, quizás por la vasta cantidad <i>of</i> <i>empty
glasses </i>o bien por alguno de esos <i>infinitos
finitos </i>temas. Es muy gracioso que el mundo nunca pare de girar<i>.</i> Es tal la inercia, tal la costumbre.
Sigue siendo gracioso, pensaba ligeramente mientras sordamente caía.</div>
<div class="MsoNormal">
La mañana suele ser el momento del día del cual se espera
mucho sin haber hecho nada aun. Se le
aploman muchas expectativas y eso es
injusticia en carne viva. En contrapartida a la noche no se le exige nada y por
esa misma razón suele ser conceptualizada como fresca y mágica. De los espacios
vacios, como generación espontánea, la mitosis de ideas te arrincona. La
elección más fácil a veces resulta ser la más difícil (y viceversa también)</div>
<div class="MsoNormal">
Ricardo abrió los ojos y tuvo tiempo suficiente para
categorizar y reafirmar lo insoportable que puede resultar la levedad del ser. Cuan complicada se torna
la vida si no hay decisiones de las pesadas, de las que <i>curten</i> la piel. Si no hay más
responsabilidades y compromisos que únicamente el derecho (no ganado) a tan
sólo respirar. Y cómo no hay identidad sin memoria se acordó de algo que tenía
pendiente <i>hace rato ya</i>. Entonces se
reincorporó desde las baldosas del balcón, acomodó las macetas derrumbadas,
arrojó el potus por los cielos, tomó la lapicera y ya sin vértigo se sumergió
nuevamente dentro de su casa, con la única intención de tratar de <i>ser</i>.</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<o:p><br /></o:p></div>
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<o:p><br /></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i>9 de marzo del 2011,
Rosario, Santa Fé.<o:p></o:p></i></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-20039082383364884862014-04-28T18:17:00.004-07:002014-04-28T18:23:14.014-07:00El sueño de Louisa<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A Louisa le pareció que ya era la hora de despertarse. Era
verano y el sol ya había marcado tarjeta
entre los huecos de la persiana, pero de todos modos sentía tanto sueño que
la idea de verse expulsada de la cama no le
agradaba en lo más mínimo. Permaneció en pausa. Boleó los ojos y luego de
reflexionar por unos pocos segundos se convenció de que ya no quería volver a
sufrir ese cotidiano y tedioso momento de despertarse y andar con un par de
yunques colgando de los párpados. Entonces se le ocurrió que para evitar esa
cruel y rutinaria obligación debería simplemente no volver a dormir jamás.</div>
<div class="MsoNormal">
El primer día transcurrió según lo que ella había planeado (sin
ningún altercado). La primera noche fue la novedad pero tampoco fue un problema
(no era la primera vez que pasaba por alto dormir). Sobredosis de café,
cigarrillos y <i>cine shampoo.</i> Se preguntaba cuánto podría aguantar (y se respondía
en voz alta)</div>
<div class="MsoNormal">
El segundo día fue más adrenalínico. Louisa sentía esas
típicas palpitaciones en el pecho y
acelere en el cuerpo (y el pelo con ese clásico deje de grasitud). El axioma
era nunca detenerse, nunca sentarse. Ni hablar de juguetear con el placer que
genera el cerrar los ojos por un momento. El desafío de <i>gambetear</i> al sueño, no darle ventaja, aniquilarlo. Cayó la segunda
noche y como ya era viernes no hubo mayores dificultades. Maquillaje, tacos
altos, jugo de naranja con vodka, previa, taxi, disco, taxi, <i>after (</i>y más <i>after</i>). Así transcurrió su
fin de semana, cual <i>zombie. </i>Frustrándose
por no poder morder algo de almohada pero sobreviviendo (<i>léase</i> <i>entre líneas</i>)</div>
<div class="MsoNormal">
Louisa se sentía <i>un
todo</i>. Exhausta y viva. Frenética y delirante. Auténtica e idiota. Serena y
sedada. Los tiempos se sucedieron (unos tras otros, claro está). Golpeó el
invierno y pasó, y a esa altura Louisa ya acumulaba el <i>record internacional casero vecinal </i>de horas sin dormir. En el
trabajo le habían otorgado su merecida licencia psicológica, en las discos
carnet de socia vitalicia. Por su sistema sanguíneo corría nicotina y cafeína (<i>y esas cosas</i>) a la par de los glóbulos
rojos y blancos (<i>y esas otras cosas</i>). Los ojos hoscos. La piel de
lagarto. El pelo soga. Los huesos flores.</div>
<div class="MsoNormal">
Fue un domingo a las siete y pico de la tarde. Hacía
bastante frio, corría <i>no mucho</i>
viento. La casa era de otro siglo (de
los viejos, donde la humedad y los olores y la gente eran lo mismo).Chillaba la
pava y el cenicero vomitaba humo. La ducha escupía vapor a la sala y el ruido
del agua sobre los azulejos era correspondido por algo de <i>Zappa</i>. Desde donde estaba Louisa se entreveía su habitación. La
cama deshecha, en ruinas. Ella estaba sentada sobre una silla vieja de madera.
La silla de frente a la ventana del <i>living
room</i>. La ventana daba a la calle y la calle a un terreno baldío. Sus ojos
clavados <i>vaya a saber uno dónde</i>. Ya
no sentía el cansancio, ya no sentía el
sueño, ya no sentía. La última vez que lo vio, había sido una noche de verano.
Había llorado lágrimas y sangre. Mientras se le desgarraba el alma se había
quedado dormida. A la mañana siguiente le había parecido imposible despertarse
(de ese momento ya habían transcurrido quizás unos mil años). Como las tardes
de domingo no saben esperar, los minutos seguían perdiéndose sin remedio. A
Louisa le llamó la atención oír un despertador, o era un pájaro o bien, no era
nada. La pava había llorado hasta vaciarse, el cenicero refugiaba los últimos restos
de tabaco, el baño desaparecido entre la niebla. Todo se transformaba en la <i>misma cosa. </i>Todo se volvía vapor.
Nebulosa y vapor (y <i>Zappa</i>). Louisa
permaneció expectante y entregada. Quiso hablar, quiso callar. Quiso moverse.
Cerró los oídos y se decidió. Lentamente bajó la persiana. La ventana quedó
oculta. La casa oscura. Ella oscura. Oscuro todo y todo oscuro y el final del sueño
de Louisa.</div>
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<br />
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<i>23 de Febrero del
2011- San Pablo, Brasil.<o:p></o:p></i></div>
Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-29280379010246698812012-08-17T10:31:00.000-07:002012-08-17T10:34:02.486-07:00SaldoYa no importa. Realmente ella ya no importa. Y yo, necio y testarudo, sigo exportando.<br />
<br />
<br />
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<br />
<em>23 de febrero del 2011. Sao Paulo - Brasil</em><br />
<br />Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-65799546487321013892012-07-25T21:52:00.001-07:002012-07-25T21:52:56.597-07:00De escobas y rotundosMientras yo barría el piso roído de la cocina, Andrea dormitaba (cómodamente incómoda) apoyada sobre la mesa contigua al televisor. El noticiero de la noche informaba que en el último estudio realizado por la <em>Universidad de Tiametoxán</em> se había comprobado fehacientemente que ocho de cada diez parejas de jóvenes menores de 35 años, no lograban superar los dos primeros años de relación <em>amorosa- rechoncha</em>. Sordamente me pareció que Andrea había mascullado algo pero de todos modos no entendí. Giré mi cabeza y me detuve a mirarla con sus ojos cerrados y, como tantas otras veces, me quedé pensando en lo hermosa que ella era. Me acerqué y comencé a acariciarle la nuca y el cuello de su espalda lomada. Otra vez tuve la sensación de que murmuraba algo pero tampoco comprendí. Mientras la TV se perdía en las pautas publicitarias noté que el piso seguía sucio. Tomé la escoba y me puse a barrer nuevamente, pero ya con un poco menos de interés.<br />
<br />
<br />
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<br /><br />
<br />
<em>22 de febrero del 2011. Sao Paulo – Brasil.</em><br />
<em><br /></em><br />Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-39104704244886496972012-07-06T18:01:00.000-07:002012-07-06T18:01:21.822-07:00-Absorto me absorbo de a sorbos-<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Calibri;">Hoy.</span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">¿Es un día perfecto?</span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">¿Qué día es hoy?</span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">No quisieras la respuesta,</span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">(¿Para qué?)</span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Camino obstinado al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bajofondo</i> del bar de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">alavueltadelaesquina</i>. Improviso con la clásica mesa del fondo y como ya me es habitual, miro la carta ya sabiendo lo que voy a ordenar. Pido un porrón y con los primeros sorbos van <i style="mso-bidi-font-style: normal;">catarateando</i> los primeros pensamientos(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">barra</i>)sensaciones. De las escaleras de maderas chillan los labios que se someten colgados de los rincones que en algún momento supiste guardar en silencio. - <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Otro sorbo-</i>. Las hornallas que nunca se dejaron prender, la mesa lista para no comer, mi cama sin sábanas. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Dos sorbos seguidos-.</i> El olor de un cuerpo cargado de sudor ajeno al mío. La indiferente pasarela de eventos. La incertidumbre. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Un trago largo-.</i> La ropa que me quedo en casa. El cambio de tu número y de mi eje. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Pido otra ronda-.</i> Tu silencio. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Otra ronda más-. […]. -Y otra ronda más-</i> (y prometo que esta sí será la anteúltima)</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Calibri;">22 de febrero del 2011. Sao Paulo, Brasil.</span></i></div>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-41460074138398700412012-06-22T20:08:00.001-07:002012-06-22T20:10:02.375-07:00Just press the button (please)<br />
<br />
<br />
<br />
<em>La compañía de algún libro era lo único tangible que quedaba para mitigar la ebullición imperiosa de un cuerpo que ya había dejado de serlo. Se suponía que, cual movimiento sísmico, la performance iba a caer de madura. No fue así. Se suponía que, como en un típico pueblo sin memoria, impune yo iba a salir a la calle a concretar una rutina. Tampoco fue así. Lo muy determinante fue poner jabonoso el desconcierto, volverme invisible.</em><br />
<br />
Una crónica camuflada con palabras que a su vez se disimulan en presencia de sus pares. Eso es todo. Con aroma a un carnaval Paulista que está por sorprenderme. Entre personas que sonríen aunque no me entienden. Un hombre se vuelve un hombre cuando lo comienza a creer así. En vísperas de lo expuesto no queda más que sublevarme a la traslación y de una buena vez por todas entender alguno de los tantos libros que reposan sobre mí.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<em>13 de febrero de 2011. Sao Paulo- Brasil</em><br />
<em><br /></em>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-25741247829206024262012-06-19T21:58:00.001-07:002012-06-20T08:41:24.046-07:00Estupefacto<br />
<br />
<em>Life is what happens to you</em><em><br /></em><em>while you're busy making other plans.</em><em><br /></em><br />
<em>-John Lennon-</em><br />
<br />
<br />
<br />
La serpentina. Te pregunté por la serpentina (y todo lo que esta implica). Me dijiste, tajante e inescrupulosamente, que no tenías <em>NI</em> idea (ni de las remotas, y de paso acentuando el <em>NI</em>). Entonces, obligadamente, tuve que <em>volverteapreguntardenuevo</em>. Recién, y después de tantos decenios, te pude ver el detalle del ojo (¡<em>sorprendente</em>!). Y ahí me quedé (estupefacto). Ya no sabía si reanudar la conversación (para disimular) o huir sin vestirte. A posteriori (y por lógica) transcurrieron los días y yo seguía paralíticamente estupefacto (y varado) en el mismo lugar. Tu amplitud térmica (símil característica de mi ciudad natal) implotaba indeclinablemente mi armazón óseo (tan bien mantenido hasta ese momento). Y yo seguía (inútil y vanamente) pensando acerca de tus serpentinas; y yo continuaba extrañado por aquel detalle en uno de tus ojos. Nunca pude volver a asentarme (o pisar fuerte, o al menos <em>ponerme los tapones altos</em>). Supongo (arbitrariamente) que se habrían arrastrado unos mil quinientos meses cuando <em>sin tutelas ni tutías</em> optaste (y decidiste cansinamente) ya nunca más. No más estática, no más yo estaqueado (y deplorablemente estupefacto). Tu semejante novedad noticiada me cayó (y aplastó) cual helada negra. Penetrante, filosa. Insoportable. Y ahí me quedé. Quieto, como pez (<em>cado</em>). Doblemente anonadado (entreviendo <em>my mistake</em>). Irreversiblemente y para siempre estupefacto.<br />
<br />
<br />
<br />
<em>12 de febrero de 2011. Sao Paulo. Brasil</em><br />
<br />Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-19876615130760971122011-12-18T12:36:00.000-08:002011-12-18T12:38:17.346-08:00Mucho mucho ruido<br />
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es obvio que
yo también me encuentro flotando</span></i><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">.</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ni tus inventivas negativas,
ni mis zapatos <i>botita</i>, ni la
voracidad de esta elección tomada a fondo blanco. Habríamos supuesto que el
efecto colateral causado por el aleteo de la mariposa asiática no era más que un
regaño. <i>Error y grave</i> (sin haberlo
percibido el caos se había desatado ya tiempo atrás). Cual motín de motines.
Así se pasan (o traspasan) los días a tu distancia, así me
atraganto también (y tan mal). Perturbado, hueco, neurálgico, imaginando,
imaginando, imaginando (e imaginando) ¿Y vos flagelás que hay <i>mucho mucho ruido</i>? Lo que me faltaba. (Lo
único que no quería).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-AR"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-AR">11 de febrero del 2011, Sao Paulo, Brasil<o:p></o:p></span></i></div>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-40720831609877392492011-11-20T05:16:00.000-08:002011-11-20T05:37:42.141-08:00Gris M.<em></em><em></em><br /><em>“Mírame pronto<br />antes que en un descuido<br />me vuelva otro” </em><br /><em><span style="font-size:85%;">Señales- M. Benedetti<br /></span></em><br /><em>La tercer ciudad del mundo con mayor cantidad de edificios que superan los 35 metros de altura</em> fanfarroneaba el folleto de la <em>Tourist Guide</em>. Me subí en uno de esos tantos monstruos y medida me elevaba, el paisaje a apreciar a través de las ventanas era cada vez más gris. Gris cemento, gris smog. Gris inmenso, gris horizontes. Gris costumbre. Gris.<br />Para ser franco siempre sentí rechazo por determinados colores, y uno de ellos, si así lo puedo llamar en esta ocasión (y que me disculpe mi maestra de plástica de tercer grado) es el gris. Ni blanco, ni negro. El <em>mix</em> de tintas. Ni bueno, ni malo. Ni fu, ni fa. El mitad de camino. El <em>mediopolvo</em>.<br />Entonces ahora yo, meditabundo, reflexiono echado muy cómodamente en la de tres plazas del cinco estrellas a diez de pasadas las doce. Y dilucido que hay mucho de parecido y auténtico entre el tipo que mide dos metros setenta y cuatro y el otro que apenas rasguña los setenta y cinco centímetros. Uno, que cae en el triste error de considerarse aliviadamente normal, no es más que un ser ordinario, un punto intermedio, uno más del montón (<em>enotraspalabras</em>: un gris). A raíz de lo manifestado (y dudo que celebrado) arranqué ahí nomás a rebobinar (símil lapicera <em>Bic</em> en un cassette) y sucedió que encontré mucho punto medio que anda dando vueltas por ahí. <em>La media de la población consume </em>[…], <em>el común de los hombres prefiere</em> […], <em>me siento identificado con</em> […]. Y así seguí tirado en la cama, largas horas, vomitando letras; y como fiel que soy a las novelas bien noveleras tan afamadas en este país (por cierto bien llamadas <em>culebrones</em>) me acordé casi de manera obligada de la última mujer que recientemente <em>mehabíaafanadoilcuore</em>. Y un poco <em>thinking</em>, un cacho <em>confessing</em> y otros tantos pedazos <em>understanding</em> rememoré cuantos momentos habíamos compartido y cuanto había sentido. Y caí en la cuenta y <em>Oh! Revelación</em> de que entre lo mucho que quería y lo poco que podía me había quedado inmóvil, estático, patinando en barro, sin arrancar. Me había quedado clavado en el medio.<br />A Sao Paulo se le caía otro atardecer más encima y se ponía aun mucho más gris, y para colmo empezaba a llover.<br /><br /><br /><br /><em>7 de febrero del 2011, Sao Paulo, Brasil.</em>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-89486659992275543542011-08-14T06:23:00.000-07:002011-08-14T06:46:40.835-07:00Reflexiones de Ramón D. Dopazos (III)<p class="MsoNoSpacing"><i></i></p><p class="MsoNoSpacing"></p><p class="MsoNoSpacing"><i></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="display: inline !important; "><i><i><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"> </span></i></i></p><i><p class="MsoNoSpacing"><i><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">
<br /></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">Diario N° 7 <span> </span>– Hoja 84. Análisis express sobre el pasado, el presente y el futuro desde la óptica de un formícido ensimismado en tiempos de veraneo.</span></i></p></i><p></p><p></p><p></p><div>
<br /></div>
<br /><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">Será la lapicera de mi abuela que ya no escribe (N.d.A. ninguna de ellas). Será la casa en la costa, <i>sudore da mio nonno.</i> O el surtido vaticinio de pájaros y sus sendos cánticos de sonidos símiles ukelelescos (a mi entender) que siempre decoraron las veraniegas mañanas montermoseñas de esta ciudad olvidada durante el año, de este barrio alejado del cemento.<span> </span>Solapados y encapuchados tras el aroma a <i>caffé fatto in casa</i> y a pan tostado se dan a conocer los insurgentes y ya trillados <span> </span>fantasmas del anteayer. Vuelven a desfilar uno a uno los pies de tiempos de sepia y estufas a leña y así logró asimilar y comprender por qué soy lo que soy (y lo que fui y lo que no pude ser). Y mientras transgrede este trance/divague meloso/nostálgico caigo en la incertidumbre de reflexionar o no acerca de <i>loqueseviene </i>(<i>Oh!</i>). Como no creo en los superpoderes ni en los supermilagros <span> </span>ni en <i>elconmayusculayacento,</i> por descarte y en fase eliminatoria, me asemejo más acertadamente a una hormiga colorada (nc. <i>Acromyrmex striatus</i>). Soy de pequeñas dimensiones, siempre con la espalda sobrecargada, la mayoría cree que soy de preferencia omnívora y muerdo cuando me asusto. Así encaro con el esternón los posibles años venideros (¿remotos?). A todo esto requiérase adjuntarle y sumarle mi durante (sin. <i>el ahora</i>, <i>right now</i>, <i>status quo</i>) y como anoche llovió mucho sobre el techo de chapa mi ahora es de quietud, de estado de rumia, de <i>pace</i> (<i>peace</i> o paz). Encuentro en el silencio matutino el afán por entubar y escribir y así, en la tertulia gominosa de letras, me encuentro. Mientras tanto febo asoma y yo me predispongo, ya en versión <i>súper-light</i> bien lograda, a <i>bajaralaplaya</i> a mutarme entre <i>rojocamarón</i> y <i>verdemate. <o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><i>
<br /></i></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><i><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:EN-US">(Carrying the esterilla baby!). Acta est fabula.<o:p></o:p></span></i></p> <p class="MsoNoSpacing"><i><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:EN-US"><o:p> </o:p></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:EN-US"><o:p>
<br /></o:p></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:EN-US"><o:p>
<br /></o:p></span></i></p> <p class="MsoNoSpacing"><i><span lang="ES-AR">9 de enero del 2011, Monte Hermoso, Buenos Aires, Argentina.<o:p></o:p></span></i></p>
<br />Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-39609003396377848882011-07-17T12:12:00.000-07:002011-07-18T05:06:40.793-07:00De puertos y peras (y largas esperas)<p class="MsoNoSpacing"></p><p class="MsoNoSpacing"></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">¡Noooo!<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">(Como para desperezarme, desatar cabos y para gritar por gritar)<o:p></o:p></span></i></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">La dinámica inherente y la bulliciosa ebullición de mis glóbulos rojos quebrantados por la excesiva demanda de oxígeno producto de <i style="mso-bidi-font-style:normal">my</i> <i style="mso-bidi-font-style:normal">way of being </i>(<i style="mso-bidi-font-style:normal">quéselevacer, che</i>). Como un frasco de conserva ultra cerrado a presión (y por demás cauteloso). La lesión por mi falta de intención y la gran tensión acumulada año tras año (de los síntomas ni mención). Laburo burro y demás yerbas. La omisión de la historia completa (<i style="mso-bidi-font-style:normal">lanoverdad</i>) y el sentimiento de culpa (culposo desde la cuna por imposición N.d.A.) Entonces me pregunto si voy al muere acá mismo en San Isidro (¿Quién sabe?). Ahora me limito y me digno indignamente a esperar (así lo fue desde los inicios y en este día en particular también lo es). Primero aguardé por un buque filipino de bandera griega, y de momento lo hago por la flamante pareja pronta a consagrarse de <i style="mso-bidi-font-style:normal">tortolitoslistos</i>. Así que indefectiblemente no tengo más alternativa y determino democráticamente que me muto a pera (nc. <i style="mso-bidi-font-style:normal">Pyrus communis L</i>.). Y me muto por tanto sentarme sin asentarme (y a esta altura de las circunstancias claro está el <i style="mso-bidi-font-style:normal">quid</i> de la cuestión, el <i style="mso-bidi-font-style:normal">kit </i>de la inmersión, el <i style="mso-bidi-font-style:normal">kill</i> de la ilusión). <i style="mso-bidi-font-style:normal">¡Ah, por cierto!</i> Vendría siendo una pera roja (y guarda porque no es lo mismo que una amarilla o verde) (vale la aclaración no tan tardía). ¡Noooo! (<i style="mso-bidi-font-style:normal">I shout</i> <i style="mso-bidi-font-style:normal">again: </i>grito de nuevo) Y grito alargando el <i style="mso-bidi-font-style:normal">no </i>porque me abruma el nervio (y soy de naturaleza inquieta como bien ya mencioné). Sube la temperatura ambiente y tengo calor (mucho y del bueno). El clima del Paraná en horas tempranas ahora complementado por la incomprensión y la pesadez de mi auto. Supongo que ya estoy más que incómodo e incordioso. Con jean en una fiesta de gala, de bala en una tierra de paz. Irreparablemente cada vez más inescrupuloso. Mi carrito a rulemanes atraca en Mónaco y arrojo <i style="mso-bidi-font-style:normal">de côté</i> las llaves al inerte <i style="mso-bidi-font-style:normal">valet parking</i> en esmoquin (<i style="mso-bidi-font-style:normal">include</i>: guiñe de ojo cliché de mi parte). Si la radio no me acompañase en este divague que transcurre dentro de la soledad silenciosa de mi tres puertas gasolero, si me sucediera algo (no sé qué, algo) en el camino de regreso (y ahí dejo picando el tema de los caminos y los regresos y los destinos y la factibilidad de que no exista tal destino). Le sumo pues, una cuota más de rigidez cadavérica (¿o calavérica?) a esta situación que en definitiva no es tan dramática como se dice (mi pronta tendencia a relativizar para amenizar y así descontracturar la columna de mi vida). En fin, ya que continúo nebulando bajo el mismo contexto (<i style="mso-bidi-font-style: normal">el del auto, con calor, la radio amiga, el vaho, el ballet de la lapicera, las esperas, <span style="mso-spacerun:yes"> </span>la fiesta de casamiento, las encrucijadas y demás</i>) espero. Y ya que espero por lo menos espero verla sonreír y que podamos bailar toda la noche (o por lo menos hasta que urja devolverme al puerto).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><span style="mso-spacerun:yes"> </span>- <i style="mso-bidi-font-style: normal">Hace mucho que no la veo, </i>me digo<i style="mso-bidi-font-style: normal"> </i>y reflexiono (e interrumpo la escritura).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">Exhalo aludiendo que ya estoy listo para el remate de esta narración (preparado para el desenlace) y sentencio: al fin de cuentas todo fue por ella, para verla liviana, para verla feliz, para verla (<i style="mso-bidi-font-style:normal">también un poco para alimentar mi ego y también mucho para que me abrace fuertefuerte, muy fuerte</i>)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR">17 de diciembre del 2010, San Isidro, Buenos Aires, Argentina<o:p></o:p></span></i></p><p></p><p></p>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-82469322397536910472011-07-03T11:19:00.000-07:002011-07-03T18:44:34.264-07:00"Lavueltadelperro"<p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">Comienzo a inquietarme y me pregunto por qué la gente sale a pasear en auto o moto los domingos por la tarde. En qué se fundamenta la necesidad imperiosa de lanzarse a las calles con el simple afán de caracolear. Qué justifica la culturización de <i style="mso-bidi-font-style:normal">lavueltadelperro</i> durante las últimas horas del fin de semana. A qué atribuimos que ciertos individuos y/o sujetos se vean en la obligación de zambullirse a matar el tiempo una jornada antes del fatídico lunes. No entiendo que carencias de vida camuflan cuatro ruedas (o dos<span style="mso-spacerun:yes"> </span></span><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">o ninguna) y un andar somnoliento en segunda por las calzadas del parque o del centro comercial. Acaso los domingueros no tienen nada mejor que hacer ¿Qué tristezas ocult…. ¿Qué tristezas ocult…. ¡Dale che! ¡Mové ese cacharro infelíz! […] ¡No te digo! Si todos estos desgraciados no salieran a dar vueltas hoy domingo por la tarde yo podría pasear tranquilo. </span><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">(Poné la AM mi amor)</span></i></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR">Domingo de Diciembre del 2010, Bragado, Buenos Aires<o:p></o:p></span></i></p>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-14046913330060825222011-06-03T20:39:00.000-07:002011-06-09T09:03:00.601-07:00"Volveravolver"<p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">Me había convencido rotundamente de no <i style="mso-bidi-font-style: normal">volveravolver</i>.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">El <i style="mso-bidi-font-style:normal">bajocero</i>, la nieve y mi dramatismo dramatúrgico en Transilvania me mutaban hosco, oso, osco, inoportuno. Café <i style="mso-bidi-font-style:normal">subcaliente</i> (o casi frío) y toneladas de papeles sexualmente vírgenes definían mi chapa, mi identidad de barril, mi vacío. Ya sumaba años de experiencia en cuanto a mis actitudes (más <i style="mso-bidi-font-style:normal">plus</i> de aptitudes) de inexperto (mis bodas de plata como rueda en el barro le solía llamar). Fantaseaba y fanfarroneaba con fama (más <i style="mso-bidi-font-style:normal">fame</i> que fama <i style="mso-bidi-font-style:normal">in fact</i> - N.d.A). Mi cohete espacial, mi princesa<i style="mso-bidi-font-style:normal">, mon château en France</i>, mi Yo. A esa altura de las circunstancias seguía casi convencido de no <i style="mso-bidi-font-style:normal">volveravolver</i> (pero con los dedos de los pies algo frizados)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">El calor, la arena y el libertinaje de las Baleares me tornaban ligero, pez, divino, igual de inoportuno. Cerveza <i style="mso-bidi-font-style:normal">cuasifría</i> (más bien caliente) y metros cúbicos de tinta lasciva constituían mi tatuaje, mi piel colorada, mis excesos (mi nada de mucho). El cloruro de sodio marino se entrometía dermis adentro y la deshidratación del alma era inminente. Catarateaban chorradas de transpiración que se escapaban entre las toneladas de piedras devenidas a granitos (de lo majestuoso a lo pequeño <i style="mso-bidi-font-style:normal">just one step my dear</i>). La impaciencia por deglutir agua oceánica me arrebataba la partida. Para aquel entonces (y con mucho vértigo) ya me cuestionaba eso de no <i style="mso-bidi-font-style:normal">volveravolver.</i><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">La lluvia, la tibieza y la templanza de las pampas argentinas me devenían rumiante rumiando, tranquera adentro,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>cultivo de cebada oleando (aún más inoportuno). Vociferaba y exclamaba mi derecho (y necesidad) de piso. Mi temple me obligaba a morderme los dientes (los de arriba contra los de abajo y viceversa (sin. al revés)). Las rutas deterioradas, la vida en hotel (tres estrellas), las cartas de la mucama enamorada, trucha a la manteca con salsa de frutos rojos y milhojas de verduras, mi eterna lectura de rayuela. El desafío de beatificar mi signo y su equilibrio. Por esos tiempos (<i style="mso-bidi-font-style:normal">en realidad serían estos tiempos ya que estoy escribiendo ahora mismo pero en tiempo pasado</i>) ya no reparaba más <i style="mso-bidi-font-style:normal">in questo</i> dilema de <i style="mso-bidi-font-style:normal">volveravolver</i>. De volver ya sólo me quedaba devolver (lo que nunca fue mío).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"><o:p> </o:p></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></i></p> <p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR">Diciembre del 2010, Bragado, Buenos Aires.<o:p></o:p></span></i></p>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-28791369941976398902011-05-16T18:49:00.000-07:002011-05-16T19:00:42.163-07:00Closed<p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR">Nada. Le volví a tocar la puerta y nada. Ya me estaba empezando a preocupar cuando al fin salió y me dijo “La puerta como tus frustraciones” y volvió a cerrar. Me quedé ahí parado, inmutado, creyendo que nunca había golpeado aquella puerta o pensando que nunca más se volvería a abrir.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language: ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR">28 de Noviembre del 2010. Bragado, Argentina. <o:p></o:p></span></i></p>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6369479038145423341.post-30531388972205671902011-04-30T18:55:00.000-07:002011-06-09T09:08:10.666-07:00Reflexiones de Ramón D. Dopazos (II)<p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">Diario N° 3 – Hoja 76. Prueba de asimilación de un conjunto de palabras escritas sin separación y en cursiva y el debate interno del por qué.<o:p></o:p></span></i></p> <p class="MsoNoSpacing"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"><o:p><br /></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">Serenidad. Serenidad y contemplación me pidió. Eso me pidió. Ya que estábamos yo también pedí y le pedí que no me pida nada más. Que ya era mucho. Que me atosigaba. Se sonrió y me dijo que <i style="mso-bidi-font-style:normal">así y todo</i> me amaba. Yo le sonreí también (y me quedé pensando en eso de <i style="mso-bidi-font-style: normal">así y todo</i>).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">Si me sincero (ante mi inframundo y el universo) debo reconocer que había existido un tiempo (pasado pluscuamperfecto intencionalmente mal empleado) en el cual yo me desenvolvía más predispuesto, más entregado, más limpio para con el amor (sin tanta trinchera digamos). Las diversas vivencias en el rubro me llenaron de rosetas, que se pegaron, se adhirieron, se remorizaron, me arrosetaron <i style="mso-bidi-font-style: normal">in situ</i>, me volví pinchudo. Pienso y concluyo que en definitiva eso de la experiencia es un poco una gran falacia o sofisma. No sé qué y cuánto aprendí (refiriéndome, claro está, a lo que denominaríamos estrictamente como <i style="mso-bidi-font-style:normal">amoramorcienporcientoamor</i>). Más que preparado me siento como reparado. Reparado porque algunas tantas veces anduve roto. Reparado porque reparo en <i style="mso-bidi-font-style:normal">aquellaspseudopequeñascosas</i> que son intrascendentes y me contaminan sin afianzarme a ninguna relación. Re-parado porque no voy ni para atrás ni para adelante.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">Honestamente este tema me tiene moderadamente preocupado. Lógico que empiezo con la trillada y clásica bobada de cuestionarme si me volveré un viejo solitario, renegado, feo y calvo (las coherentes incoherencias acordes) (suspiro).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR">En fin (y para ir cerrando), los que sí tienen experiencia en <i style="mso-bidi-font-style: normal">algo</i> (cualquiera sea el ámbito y/o rubro) afirman con vehemencia que <i style="mso-bidi-font-style:normal">todopasa</i>. Particularmente me resulta incordioso cuando a modo de consuelo la gente te trompea un <i style="mso-bidi-font-style:normal">todopasa</i> (que vendría a ser como un <i style="mso-bidi-font-style:normal">buenoyaestánomebancotutristezasigamosconotrotema</i>). Me guste o no tengo dos opciones. O bien les creo a estos sabios de la <i style="mso-bidi-font-style:normal">esperientzia</i>, me relajo y me tiro en una hamaca paraguaya a tomar algo frío y a esperar como si nada (viste che!) que <i style="mso-bidi-font-style:normal">eso</i> pase (o TODO pase); o bien no les creo absoluta y rotundamente nada y opto por la segunda posibilidad que vendría a ser algo más bien personal e improvisado y de momento como[…]como[…]¡Bué!…no estoy muy seguro pero creo que en la casa de Montevideo y Thompson mi abuela tenía guardada de un viaje a Cataratas una hamaca paraguaya muy regia (que le había quedado con los años).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"><span style="mso-spacerun:yes"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing"><span style="font-size:12.0pt;mso-ansi-language:ES-AR"><span style="mso-spacerun:yes"><br /></span></span></p> <p class="MsoNoSpacing"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="mso-ansi-language:ES-AR">27-10-2010 Puan, Argentina<o:p></o:p></span></i></p>Fabri Dibuáhttp://www.blogger.com/profile/15038497289991430197noreply@blogger.com