Reflexiones de Ramón D. Dopazos (II)

Diario N° 3 – Hoja 76. Prueba de asimilación de un conjunto de palabras escritas sin separación y en cursiva y el debate interno del por qué.


Serenidad. Serenidad y contemplación me pidió. Eso me pidió. Ya que estábamos yo también pedí y le pedí que no me pida nada más. Que ya era mucho. Que me atosigaba. Se sonrió y me dijo que así y todo me amaba. Yo le sonreí también (y me quedé pensando en eso de así y todo).

Si me sincero (ante mi inframundo y el universo) debo reconocer que había existido un tiempo (pasado pluscuamperfecto intencionalmente mal empleado) en el cual yo me desenvolvía más predispuesto, más entregado, más limpio para con el amor (sin tanta trinchera digamos). Las diversas vivencias en el rubro me llenaron de rosetas, que se pegaron, se adhirieron, se remorizaron, me arrosetaron in situ, me volví pinchudo. Pienso y concluyo que en definitiva eso de la experiencia es un poco una gran falacia o sofisma. No sé qué y cuánto aprendí (refiriéndome, claro está, a lo que denominaríamos estrictamente como amoramorcienporcientoamor). Más que preparado me siento como reparado. Reparado porque algunas tantas veces anduve roto. Reparado porque reparo en aquellaspseudopequeñascosas que son intrascendentes y me contaminan sin afianzarme a ninguna relación. Re-parado porque no voy ni para atrás ni para adelante.

Honestamente este tema me tiene moderadamente preocupado. Lógico que empiezo con la trillada y clásica bobada de cuestionarme si me volveré un viejo solitario, renegado, feo y calvo (las coherentes incoherencias acordes) (suspiro).

En fin (y para ir cerrando), los que sí tienen experiencia en algo (cualquiera sea el ámbito y/o rubro) afirman con vehemencia que todopasa. Particularmente me resulta incordioso cuando a modo de consuelo la gente te trompea un todopasa (que vendría a ser como un buenoyaestánomebancotutristezasigamosconotrotema). Me guste o no tengo dos opciones. O bien les creo a estos sabios de la esperientzia, me relajo y me tiro en una hamaca paraguaya a tomar algo frío y a esperar como si nada (viste che!) que eso pase (o TODO pase); o bien no les creo absoluta y rotundamente nada y opto por la segunda posibilidad que vendría a ser algo más bien personal e improvisado y de momento como[…]como[…]¡Bué!…no estoy muy seguro pero creo que en la casa de Montevideo y Thompson mi abuela tenía guardada de un viaje a Cataratas una hamaca paraguaya muy regia (que le había quedado con los años).


27-10-2010 Puan, Argentina