Estupefacto



Life is what happens to you
while you're busy making other plans.

-John Lennon-



La serpentina. Te pregunté por la serpentina (y todo lo que esta implica). Me dijiste, tajante e inescrupulosamente, que no tenías NI idea (ni de las remotas, y de paso acentuando el NI). Entonces, obligadamente, tuve que volverteapreguntardenuevo. Recién, y después de tantos decenios, te pude ver el detalle del ojo (¡sorprendente!). Y ahí me quedé (estupefacto). Ya no sabía si reanudar la conversación (para disimular) o huir sin vestirte. A posteriori (y por lógica) transcurrieron los días y yo seguía paralíticamente estupefacto (y varado) en el mismo lugar. Tu amplitud térmica (símil característica de mi ciudad natal) implotaba indeclinablemente mi armazón óseo (tan bien mantenido hasta ese momento). Y yo seguía (inútil y vanamente) pensando acerca de tus serpentinas; y yo continuaba extrañado por aquel detalle en uno de tus ojos. Nunca pude volver a asentarme (o pisar fuerte, o al menos ponerme los tapones altos). Supongo (arbitrariamente) que se habrían arrastrado unos mil quinientos meses cuando sin tutelas ni tutías optaste (y decidiste cansinamente) ya nunca más. No más estática, no más yo estaqueado (y deplorablemente estupefacto). Tu semejante novedad noticiada me cayó (y aplastó) cual helada negra. Penetrante, filosa. Insoportable. Y ahí me quedé. Quieto, como pez (cado). Doblemente anonadado (entreviendo my mistake). Irreversiblemente y para siempre estupefacto.



12 de febrero de 2011. Sao Paulo. Brasil