La siesta

Violentamente me desperté de la siesta bajo los calidos rayos del sol. Mi silla estaba empapada de sudor. El sueño pesado me impedía aun levantar totalmente mis parpados. Esa situación solo pudo durar unos segundos. Lo que vi. frente a mi me despabiló por completo. Como una cachetada se hizo visible una piscina celeste, inmensa junto a un parque arbolado. ¿Que hacia yo allí? La respuesta estaba escrita en mi remera: "Socorrista". Para mi desilusión esta respuesta generaba aun mayor desconcierto ¿Desde cuando yo era socorrista? Jamás había tomado un curso y lo único que sabia hacer en el agua era no ahogarme. No lograba comprender que era lo que estaba aconteciendo. Me sentía extraviado. En la búsqueda de explicaciones comencé a mirar como loco a mí alrededor. Había edificios no muy altos pero muy distintos a los que yo estaba acostumbrado a ver. Parecían construcciones de siglos pasados, con su típica arquitectura y sus aires de grandeza. En unos de ellos algo llamo alarmantemente mi atención. Un cartel. Amarillo y rojo. No muy grande. No muy chico. En este se leía: " Restauraciones Madrid S.A. 1890-2009" ¿Madrid? Exclame. ¿Estaba yo en Madrid? ¿Como podría haber sucedido? Era imposible, hacia solo unas horas había decidido contrarrestar el frió invierno de mi ciudad durmiéndome entre las calidas frazadas de mi cama y ahora, de repente y para mi sorpresa, despertaba siendo socorrista de una piscina en Madrid. De más esta aclarar que a esa altura me sentía totalmente desorientado, desesperado. Mi cuerpo no tardo en acompañar aquella sensación. El dolor de cabeza junto al mareo y las nauseas me obligaron a huir al baño mas cercano. No salía de mi asombro y de un momento a otro dude de si alguna vez saldría. Luego de lavarme enérgicamente mi cara con agua fría me mire al espejo. Contrariamente a lo esperado el pánico no se hizo presente. De modo extraño experimente una sensación de pleno regocijo y paz. Ese cuerpo no me correspondía y esa cara húmeda no era la mía. Ese no era yo.

1-7-2009 Madrid